No me refiero a la existencia de la pandemia, ya que no es la primera que ha conocido el mundo. En el pasado han existido diversas enfermedades epidémicas que han traspado fronteras y se han instalado en muchos países e incluso han llegado a ser catastroficamente peores en cuanto a la capacidad mortífera que estas poseían.
En el siglo XIV, a mediados del mismo, en Europa se propagó la peste negra. Fue la pandemia que mayor tiempo duró en la historia y la cual acabo con un tercio de la población europea. Su mortalidad alcanzó un 60%, muy por encima del COVID 19.
Un ejemplo más reciente lo podemos encontrar en la llamada "gripe española". La misma se dió en el siglo xx y es una de las más letales que la humanidad conoció hasta ahora. Provocó la infección de mas del 25% de la humanidad y dejó un saldo de muertos que rondan los 50 millones de personas, siendo letales principalmente a la población en el rango de los 20 a los 40 años, a diferencia del actual brote epidemiológico que es altamente mortifero a las personas mayores de 60 años.
Por último, para mencionar una de las pandemias de nuestro siglo pero sucedida en la década anterior, nos vamos a referir a la llamada "gripe porcina", siendo la segunda pandemia de la gripe H1N1, originada en el momento que la gripe aviar, porcina y humana se combinaron en un virus letal. De todas formas, no tiene la potencialidad de contagio que posee el coronavirus que es de más sencilla transmisión.
El grafico 1 compara la velocidad de contagios dentro de los primeros 30 días entre el coronavirus, la gripe porcina y la SARS.
En este último punto podemos entender el por qué las medidas de extrema seguridad sanitaria que han optado distintos gobiernos, pero en el presente artículo me interesa hacer hincapie en nuestro país.
A partir del día 20 de Marzo del 2020, el Poder Ejecutivo Nacional publicó en el Boletin Oficial mediante el Decreto de necesidad y Urgencia número 297/2020 (facultad otorgada por la Carta Magna en su articulo 99 inciso 3) el aislamiento social, preventivo y obligatorio, argumentando la emergencia sanitaria que vivimos a nivel global y entendiendo que años de deterioro en el sistema de salud podría hacerlo colapsar muy rápidamente como sucedió en España e Italia.
Como efecto inmediato de esto, han derivado importantes cambios a corto plazo que generarán grandes cambios a futuro. El presente trabajo será dedicado a las empresas locales que han debido optar que muchos de sus trabajadores deban prestar su fuerza de trabajo mediante la modalidad del teletrabajo, vulgarmente llamado "home office". Esta consiste en una forma de trabajo a distancia por la cual el trabajador desempeña su actividad laboral sin la necesidad de presentarse físicamente en la empresa, siendo generalmente su lugar de trabajo su domicilio, lo que genera un beneficio al trabajador, al empleador y a la sociedad en su conjunto a largo plazo, ya que permitirá tener un mayor cuidado en materia medioambiental. La función se realiza mediante la utilización de las Tecnologías de la Información y la comunicación, las llamadas "TIC", por lo cual debemos destacar que solo se podrán realizar aquellas actividades habituales del trabajador relacionadas a un trabajo de tipo intelectual y no de producción. Tal es el caso de un obrero de la construcción o de una metalúrgica.
Debemos destacar, sin embargo, que nuestro pais no está entre los mas destacados en el uso de las TICs para mejorar la seguridad y producción de las empresas que se encuentra en Argentina.
La obsolescencia de marcos regulatorios, de máquinas, de capacidades laborales hace que solamente el 6% de las empresas del sector industrial argentino se encuentran proximo a la "cima tecnológica" de acuerdo a un trabajo realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas, la UIA y el BID-Intal. Esto, sumado a que tampoco poseemos como sociedad la cultura de realizar esta modalidad de trabajo, hace que a esta "nueva normalidad" sea un pequeño sector el que pueda adaptarse.
Debemos destacar el estudio realizado por el Centro de Implementacion de Politicas Publicas para la equidad y el crecimiento (CIPPPEC) el cual indica que solo entre un 27% y 29% de los trabajos tiene el potencial para realizarse desde el hogar, sin contar que hay hogares que no poseen uso efectivo de computadoras lo que nos llevaría a reducir la cifra a un 18%.
Con todo esto entendemos que el coronavirus, más allá de las catastróficas cifras de contagios y muertes que día a día aumenta y de las consecuencias económicas en un mundo comercialmente integrado, producto de la globalización y el avance de las TICs, permite reflexionar y poner en debate muchos paradigmas que hasta hoy en día no estaba naturalizado por el conjunto de la sociedad, como es el caso del teletrabajo.
Solo el tiempo nos dirá si esta nueva modalidad, la cual fue impuesta a la fuerza por una situación extraordinaria, ha venido para cambiar en parte las condiciones de trabajo que hasta el día de hoy conocemos o si solamente es una medida extrema que perdurará hasta que el mundo se olvide del coronavirus.

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